sábado, 2 de octubre de 2010

PREMIO BARITERE 02 - 10 - 2010

Amores moluscos

Blogger Artanis dijo...
I. De nuevo, parece que se cumple el viejo adagio de que se los lleva de tres en tres. La Parca en Hollywood, digo. Más de uno debe estar temblando. Penn y Curtis.
He leído los comentarios de ayer y hoy acerca de Tony Curtis. Y me preguntaba por qué no dejaba caer yo unas líneas. Por un lado, poco había que añadir, pero me notaba algo más y al fin he caído en ello.
Sentía una cierta tristeza por su fallecimiento. No solo por lo que ha escrito Ignacio Camacho en su columna acerca de cómo van volviendo a la tierra aquellos que fueron construyendo la iconografía, la guía sentimental y/o ideológica, durante décadas desde la pantalla del cine.
No; en el caso de Curtis la tristeza me venía provocada por él mismo. Lo cual me costaba razonarlo Siempre sonreía o eso parecía en los miles de fotos que hemos visto de él a lo largo de su vida. Una vida festiva, aunque desordenada (esta vez, al menos, no ha habido ningún tonto de guardia que haya recriminado a la estrella de turno el haberse muerto por el abuso de alcohol, drogas y fornicio... a los 85. Esto ya lo he leído antes, créanme...) Pero, fíjense, si la semana pasada hablaba de que Cary Grant intentó toda su vida ser Cary Grant, algo así le pasó a Curtis, niño pobre y judío del Bronx. Él también quiso ser Grant; se emparejó con él en una magnífica comedia y, en varios trabajos posteriores intercaló homenajes a su ídolo. Pero el listón era muy alto y Curtis poco ambicioso en su carrera. Su primer lustro lo pasa creciendo en la Universal mano a mano con otra estrella de la cantera, Rock Hudson y se convierte en ese post adolescente hermoso. Tan hermoso que en el periódico de Pedro J. el obituario lo firmó, plagado de errores y vacíos Luís Antonio De Villena y la coda la puso Mendicutti. Los volvía locos, oiga. Pero no les ha inspirado sus mejores textos. Es lo que pasa, con Terenci muerto, cuando solo quieres poner una nota de color.
II. Fueron años de torso desnudo, de príncipe ladrón árabe de de Hollywood, de galán emparejado con pin-ups (algunas tan pizpiretas como la magnífica Piper Laurie). A continuación, su década prodigiosa; no solo “Con Faldas Y a Lo Loco” o “Los Vikingos”. Quién no haya visto un film titulado “Sweet Smell Of Success” (Chantaje En Broadway), que corra a por la edición en DVD al Corte Inglés, FNAC, etc... Melodrama negro, ambientado en el mundo de los excesivamente poderosos columnistas de prensa y los muy ambiciosos agentes de publicidad y relaciones públicas. Varios remeros han citado también “Fugitivos”, haciendo pareja, como racista esposado a Sidney Poitier. Este film dio lugar a un chascarrillo hollywoodiense. “El papel de Curtis se lo ofrecieron a Marlon Brando. Él dijo que solo lo haría si le permitían interpretar al negro. A continuación, se lo ofertaron a Kirk Douglas. Éste dijo que solo lo haría si le dejaban interpretar ambos papeles.” Puede que ese fuera el problema de Curtis en Tinseltown. Su ego no se hacía notar. Para él, verse en pantalla y gozar de los beneficios festivos y carnales que le proporcionaba la fama, puede que fuera bastante. Conocí a personas que trabajaron con él aquí en España, en la época de “Espartaco” (porque fue rodada en gran parte aquí) y en los años 80, en filmes poco vistos, ya en plena decadencia. Curtis, como se dice ahora de JFK, necesitaba sexo vorazmente. No sé si tendría jaquecas como Kennedy en caso de no copular diariamente (así se cachondeaba de él Billy Wilder, poniendo estas palabras en boca de Dean Martin en “Bésame, Tonto”.) Pero era un mujeriego incansable. Putero si ello era necesario, como aún recuerdan algunos cronistas supervivientes de la época en que España se convirtió en el plató trasero de Hollywood.

Tampoco les parecerá a muchos la mejor manera de ser padre el compartir la cocaína con tu hija, Jaime Lee, como narró ella en ocasiones. Poca ambición como esposo, como padre y como actor. Por eso, era muy difícil querer ser Cary Grant protagonizando algunas de las peores comedias rodadas en Hollywood “¿Quién era esa chica” o “La Pícara Soltera” (su coprotagonista, el pacífico Henry Fonda dijo “odio esta película y odio a su director”). El momento de estrella pletórica de Curtis fue poco más de una década, después, la lenta decadencia de mediados de los sesenta a mediados de los 70... y una caída casi en picado, 25 años sobreviviendo a base de rodar mayormente basura, con muy contadas resurrecciones que no duraron... eso tan difícil que consiste en resucitar a estrellas semiolvidadas y que Tarantino sabe hacer. Quentin llegó tarde y le usó para un par de minutos de relleno en el episodio que firmó para esa sobrevalorada serie llamada “CSI. Vegas”.

12:35 AM
III. Supongo que llega un momento en que uno -si tiene oportunidad- escoge el lugar en el que va a languidecer y morir. Tony escogió Las Vegas. Luces recargadas, decoración kistch y mujeres en exposición. Pero puede que para él eso fuera el paraíso, que es lo que buscamos todos; por eso y por eso que algunos llaman adicción al sexo, puede que se emparejase los últimos doce años con una mujer a la que, en los obituarios he leído que califican en distintas y probas profesiones, pero que mi archivo dice que era modelo y actriz de porno en CentroEuropa. Puede que me deje llevar por la perversión, pero puede también que Tony prefiriera el placer vicario a ningún placer. James Ellroy, el autor de novela negra, le echará de menos; en alguna crónica narra el placer de cenar con él. Curtis recordaba las anécdotas más salaces del Hollywood que difícilmente salían a la luz; los vicios, placeres e incluso las dotaciones sexuales de los galanes, tema que parece obsesionar a Ellroy

Sí, creo que mi tristeza proviene de que Tony Curtis llegó hasta el estrellato, pero no supo mantenerlo y que se entregó a gozar de sí mismo y de lo que su paso por la cúspide, más breve de lo que hubiera deseado, le había conseguido. Puede que yo le homenajee con algo de esa vida hortera y divertidamente desordenada... un par de episodios de “Los Persuasores”, en los que a ritmo del gran John Barry, él y Roger Moore, ataviados como dandys de los 70 y armados con foulards y pantalones de pata de elefantes, se enfrentan a criminales mientras beben champán y martinis en la Costa Azul, conducen cochazos deportivos que dejaban ojipláticos a los españolitos del 600 y ligan con “titis” que, como las mujeres de verdad, tenían curvas.
Créanme, hoy es pura incorrección política. A Bibiana no le gustaría. Yo creo que ella debe ser más de “CSI”. O de “Física y Química”...


12:38 AM


ARTANIS












Podrán encontrar el resto de comentarios que participaron en la elección del Premio Baritere,las votaciones,el Gobierno y los primeros ciudadanos en:La República Independiente de La Nueva tropa Santiaguera 

2 comentarios:

Neo... dijo...

Por:

Formidable.
Artanis. ¿ Porqué no crea su propio blog ?
Me tendría allí como un clavo.

Grunentahl dijo...

¡Qué buen texto, D. Artanis!
Y qué bien premia usted, D. Neo...