jueves, 22 de septiembre de 2011

PREMIO BARITERE 22 - 09 - 2011

Un problema lógico


Carlota dijo:
Pido perdón por la extensión, pero así ha salido:
Vaya, se suele dar por supuesta la falta de afinidad ideológica entre los policías procesados, ahora desprocesados, y los miembros de la banda terrorista que iban a ser detenidos y vieron, cuando menos, aplazado ese trámite.
Esto me ha dado algo que pensar.
En primer lugar, ad cogitationem nemo poenam patitur. Perdónenme, pero si una atesora esta bisutería romana en el magín es para lucirla, venga o no venga a cuento.
Si, como es de razón, nadie puede ser punido en este mundo por lo que piensa, … ¿acaso puede alguien verse eximido por lo que se supone que no piensa?
Tan raro principio es el que se desprende de ese curioso razonamiento mutante del juez Bermúdez, que no sé si aspira a aliviarnos del horror vacui que nos produce el ocaso de Garzón.
En segundo lugar, yo estoy dispuesta a aceptar el “hecho”, mejor sería decir, el supuesto, de que esos tres funcionarios no coinciden ideológicamente con los terroristas a los que advirtieron de que iban a ser detenidos. Del mismo modo que soporto bien el supuesto contrario, … con idénticas consecuencias penales, es decir, ningunas.
Lo que de ninguna manera acepto es que el ordenante, el muñidor de la política que esos tres presuntos mierdas puestas a dedo al efecto se han limitado a ejecutar no tengan afinidad ideológica con sus auxiliados. Sí la tienen. Tanto el actual candidato socialista como el actual presidente del Gobierno que le nombró ministro del ramo para complacer a la banda terrorista socialista y facilitar el entendimiento sí tienen afinidad ideológica con la banda terrorista socialista.
- España es cosa discutida y discutible, así que podemos discutirla:
- Somos de izquierda, podemos entendernos,
Y podría seguir, pero me parece suficiente.
Ahora bien: yo no creo que el actual presidente del gobierno y el exministro del interior ahora candidato y su actual sustituto deban ir a la cárcel por esa asquerosa afinidad ideológica que afirmo a la luz de los hechos.
Creo que esa afinidad ideológica debiera abrumar de vergüenza a sus votantes, pero la razón de que deban ir a la cárcel no son sus lamentables cogitaciones, sino sus hechos delictivos, y muy concretamente la colaboración con banda armada.
Por supuesto, los culpables de obediencia indebida, los ejecutores de órdenes criminales, deben entrar por la misma puerta. Por el complemento específico, por el complemento de destino, por una carrera vergonzosa se han convertido en criminales.
 

CARLOTA

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