domingo, 20 de diciembre de 2009

PREMIO BARTERE 20- 12- 2009

Entre el ser y el no ser




1º - Muchas gracias, Estudiante.




"Marco se niega a pedir perdón, pues sigue considerando que, aunque era un embustero, jamás mintió"

Lo interesante es que esto es verdad, en parte. Marco es más un cuentacuentos que un mentiroso. Ha sido abducido por el relato, el suyo propio. Marco está más cerca del Estado de Conciencia Alterada que de una simple mentira. Se le puede calificar más de borracho, de junkie… que de mentiroso. Marco se ha metido un cuento en vena y se ha dejado poseer por él. Como Bartolín. Terrible. El uno despechado por su desamor, el otro buscando su romance con los demás. Drogas duras las dos.

Para ser mentiroso hay que ser muy fuerte y tener cierto talento para la hipocresía. Esta es una virtud de la que mucha gente carece, así que cuando mienten lo primero que hacen es engañarse a sí mismos. Sus mentiras no se las dicen a nadie, incluyendo en ese nadie a sí mismos. Después hacen todo lo posible por olvidar la mentira y terminan olvidando que la han olvidado. El proceso es fascinante y muestra lo poco capacitados que estamos los seres humanos para el cinismo y lo enganchados que estamos a la coherencia narrativa y a nuestro papel imaginado dentro del relato. El yo actúa para el yo en un círculo vicioso un poco tonto, pero bueno.

La identidad no es más que el relato de uno que uno se cuenta a sí mismo. ¿De qué relato me siento yo parte? El relato personal se encaja luego, a modo de subtrama, en el relato colectivo, el relato de nuestra comunidad imaginaria, la que nos proporciona sentido y a través de la cual trascendemos. El Yo y el Nosotros parecen como construcciones narrativas. Muy susceptibles de ser manipuladas y reconstruidas por los cuentacuentos.

Los relatos tienen una capacidad de abducción inmensa y constituyen el mecanismo perfecto de manipulación, y de automanipulación. Este tipo es otra cosa que un mentiroso. Se puede parecer más al niño que se tiró por la azotea después de ver superman. En su patología había mucho de mentira, pero vaya leche. Su experiencia puede servir para desentrañar el proceso psicológico de tantos asimilados, que también asumen un relato colectivo que les arrebata su yo y su historia personal a base de ofrecerles un yo y un nosotros de sustitución. Bricolaje jesuita. Porque ¿son mentirosos los asimilados? Sí y no, como el propio Marco.

*Lo que es imperdonable es la dejación del mundo de los mitos y las narraciones que han hecho los “ilustrados”, los racionalistas. Los han despreciado y han dejado la gestión de los cuentos y sus arquetipos en manos de los reaccionarios más atávicos. José Luís es uno de ellos, por eso se pasa todo el día escarbando muertos, porque son fundamentales para su relato.

12:33 PM


Para:               BENJAMINGRULLO

http://premiosbaritere.blogspot.com/2009/12/premios-baritere-2010.html

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