Carpe diem
Belosticalle dijo...
Buenos días.
Sin meterme a analista internacional, el artículo de Tertsch tiene observaciones aceptables. En particular, que “nada es más innecesario ahora que un juicio moral a Mubarak”, o que el dominó puede recorrer otros países islámicos (no todos los que cita el autor, ni precisamente por ese orden.
Pero donde me pierdo es en su párrafo: “Quizás estemos realmente ante el equivalente dela Revolución francesa en el mundo islámico. Y el huracán de libertad e ilustración acabe con el oscurantismo, el fanatismo y los proyectos de dictaduras del terror teocrático.”
Puro wishful thinking, Hermann. Cualquier musulmán, desde el santón piadoso y el místico sufí, hasta el mismísimo mullah Omar, le dirá que el lema ‘Libertad, Igualdad, Fraternidad’ es islámico.
El que la plaza de El Cairo, famosa estos días, se llame Al-Tahrir (dela Libertad , ola Liberación ) tampoco debe confundirnos.
Lo principal que he visto hasta ahora en esa plaza es que El Cairo es una ciudad muy populosa, muchísima gente, millones. Eso, y poquito más, de momento.
La bomba demográfica cargada de miseria: ese es el doble problema de Egipto. Esa es la masa a disposición de los fabricantes de fermentos.
Entre esos fabricantes no ha estado ciertamente Mubarak, militar realista sin ideología (con su dosis de corrupción consustancial a su medio y cultura), que bastante ha tenido con manejar esa bomba, hasta que le ha estallado en la cara.
Un detalle sugerente ha sido la confraternización de grupos islámicos y cristianos coptos antes las cámaras. Pero queda por ver qué se cuece realmente entre bastidores.
Mubarak, represor de los Hermanos Musulmanes, cometió el error y la injusticia de compensarlo reduciendo al gueto también a los cristianos coptos.
Pero claro está que, por mucho que confraternicen, los reprimidos de uno y otro signo no tienen nada de que hablar.
Por suerte, Egipto tiene una élite de personalidades (muchos en el extranjero), tanto musulmanes como coptos y laicos, con la responsabilidad de intervenir ahora.
El problema ineludible es esa pirámide de perfil juvenil y repleta de pobreza, que es Egipto.
Sin meterme a analista internacional, el artículo de Tertsch tiene observaciones aceptables. En particular, que “nada es más innecesario ahora que un juicio moral a Mubarak”, o que el dominó puede recorrer otros países islámicos (no todos los que cita el autor, ni precisamente por ese orden.
Pero donde me pierdo es en su párrafo: “Quizás estemos realmente ante el equivalente de
Puro wishful thinking, Hermann. Cualquier musulmán, desde el santón piadoso y el místico sufí, hasta el mismísimo mullah Omar, le dirá que el lema ‘Libertad, Igualdad, Fraternidad’ es islámico.
El que la plaza de El Cairo, famosa estos días, se llame Al-Tahrir (de
Lo principal que he visto hasta ahora en esa plaza es que El Cairo es una ciudad muy populosa, muchísima gente, millones. Eso, y poquito más, de momento.
La bomba demográfica cargada de miseria: ese es el doble problema de Egipto. Esa es la masa a disposición de los fabricantes de fermentos.
Entre esos fabricantes no ha estado ciertamente Mubarak, militar realista sin ideología (con su dosis de corrupción consustancial a su medio y cultura), que bastante ha tenido con manejar esa bomba, hasta que le ha estallado en la cara.
Un detalle sugerente ha sido la confraternización de grupos islámicos y cristianos coptos antes las cámaras. Pero queda por ver qué se cuece realmente entre bastidores.
Mubarak, represor de los Hermanos Musulmanes, cometió el error y la injusticia de compensarlo reduciendo al gueto también a los cristianos coptos.
Pero claro está que, por mucho que confraternicen, los reprimidos de uno y otro signo no tienen nada de que hablar.
Por suerte, Egipto tiene una élite de personalidades (muchos en el extranjero), tanto musulmanes como coptos y laicos, con la responsabilidad de intervenir ahora.
El problema ineludible es esa pirámide de perfil juvenil y repleta de pobreza, que es Egipto.
Podrán encontrar el resto de comentarios que participaron en la elección del Premio Baritere,las votaciones,el Gobierno y los primeros ciudadanos en:
1 comentario:
Don Neo, ya veo que consiguió usted refugio, tras la noche de despendole. Merecidísimo el premio a Belosticalle.
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